Ya Basta

Parecía una tarde tranquila, pero solo lo parecía.

Cuando estaba recogiendo, preparando todo para volver a mi casa, escuche unos gritos que procedían de la cafetería de enfrente, alce la vista para ver qué pasaba, y cuál fue mi sorpresa que vi como dos personas agredían mediante lanzamiento de vasos, al camarero que se encontraba dentro del chiringuito. El chico, que no se podía defender, estaba esquivando los cristales como podía, mientras estos dos individuos, por no llamarlos otra cosa, se repartían entre distintos puntos para agredirle tanto por delante como por detrás.

El resultado fue  un camarero herido y empapado  del líquido procedente de los vasos que le habían arrojado. Una dignidad violada por dos personas que creían, no se por qué, tener el derecho de avasallar a una persona que está en su puesto de trabajo y que no se puede defender.

Como camarera estoy harta de las personas que piensan que por que estas detrás de una barra, tienes que aguantar toda la mierda que te echan encima, tienes que aguantar a gente altiva y maleducada que mira a la pared mientras te está pidiendo un café, por que debe de ser que eres  el último mono de su cadena de personas valoradas. Encima nos pegan, nos gritan, nos insultan y se ríen de nosotros, porque claro, somos camareros…pon el culo y calla!...si guana.

Ya basta!, basta de humillaciones, basta de insultos.